4 de diciembre de 2020
Intervención educativa en contextos sociales Fundamentos e investigación, estrategias y educación social en el ciclo vital
Prácticas comunitarias para afrontar el covid -19
10 de noviembre de 2020
Educación de personas en contextos de encierro: una praxis transformadora
Unirse a la reunión Zoom
https://zoom.us/j/93930193783?
23 de octubre de 2020
III Simposio Iberoamericano de Educación Social en Situaciones de Riesgo y Conflicto "La Pedagogía Social y la Educación social en tiempos de pandemia"
III Simposio Iberoamericano de Educación Social en Situaciones de Riesgo y Conflicto "La Pedagogía Social y la Educación social en tiempos de pandemia"
organizado por el Dpto. de Estudios Educativos, Facultad de Educación- UCM. Enlace:https://www.siberoamericanoesucm.com/
El tercer simposio Iberoamericano de Educación Social en Situaciones de Riesgo y Conflicto permite abordar la Pedagogía Social (PS) y la Educación Social (ES) en diversas situaciones de riesgo y conflicto a nivel iberoamericano que actualmente son de especial relevancia para el ámbito profesional, académico, social e investigativo.
En esta tercera edición, investigadoras (es) y profesionales expertos de España, Brasil, Colombia y México, trabajarán alrededor de las experiencias, prácticas, investigaciones y acciones de la Pedagogía Social y la Educación Social durante el confinamiento, afrontamiento del Covid-19, así como nueva normalidad por parte de relevantes universidades e instituciones de la comunidad iberoamericana.
Lo anterior, en asociación con la Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social, la Asociación Brasileña de Pedagogía Social y Educación Social, la Red Mexicana de Pedagogía Social y la Asociación Colombiana de Pedagogía Social y Educación Social, así como el Consejo general de Colegios de Educadoras y Educadores sociales de España y el Colegio de educadoras y educadores sociales de Madrid.
12 de octubre de 2020
EL CGCEES Y LA SIPS REFUERZAN LA COLABORACIÓN ENTRE AMBAS ENTIDADES
21 de septiembre de 2020
PROVOCAÇÕES E ADVERSIDADES NA EDUCAÇÃO SOCIAL,
4 de septiembre de 2020
Género, Justicia Social e Inserción desde el Contexto Penitenciario
IV Congreso Internacional de Acción Socioeducativa. Y que en esta edición abordaremos, junto a otros temas socioeducativos el “Género, Justicia Social e Inserción desde el Contexto Penitenciario”, en su Edición Virtual, a celebrarse los días 2 y 3 de diciembre de 2020 y, dirigida a toda la comunidad universitaria, profesionales e interesados/as en las temáticas abordadas.
*Publicación (trabajos aprobados): Libro de actas con los resúmenes y capítulo en la prestigiosa editorial Pirámide.
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Atentamente,
Comité Organizador CIASE
27 de julio de 2020
Intervención socioeducativa híbrida en tiempos de la COVID-19
Por: Ángel De-Juanas
Resumen: En los últimos meses el coronavirus ha situado a la tecnología en un lugar prioritario dentro de la intervención socioeducativa. Durante el periodo de confinamiento, los educadores sociales se han visto obligados a intervenir desde la distancia más de lo deseado y han tenido que realizar grandes esfuerzos para adaptarse a la nueva realidad de emergencia sanitaria. En este trabajo se reflexiona sobre un modo de intervenir híbrido que puede marcar su desempeño profesional en los próximos tiempos. De tal modo, se muestran sus principales ventajas e inconvenientes para concluir en la necesidad de realizar un esfuerzo por centrar la atención en nuevos requerimientos para la formación inicial y el desarrollo profesional de los educadores sociales.
Descriptores: educación social, coronavirus, intervención socioeducativa, tecnología, blended-learning.
Escribo estas líneas tras casi un mes de la finalización del Estado de Alarma en España. Sirvan como reflexión de aquello por lo que hemos pasado, por el momento en el que nos encontramos y por el futuro más cercano que nos dirige hacia una ‘nueva normalidad’ también en la educación social y en el modo en el que posiblemente se realizará la intervención socioeducativa. Durante este tiempo y probablemente, por unos meses más (¡ojalá sean solo unos meses!) estaremos bajo los parámetros sanitarios que con un gran esfuerzo -y no siempre con éxito- se han ido imponiendo a lo económico, lo político y lo sociocultural; y que han modificado y modificarán nuestras esferas de vida cotidiana.
En estos últimos meses también hemos visto cómo la crisis del coronavirus afectaba a la educación conllevando cambios sustanciales en todos los niveles de nuestro sistema educativo. De tal manera, se ha producido el cierre de escuelas, institutos, universidades y otros centros de formación. También, se han producido cambios sustanciales en la forma de enseñar y aprender desde la distancia. En los servicios sociales se han vivido cierres, confinamientos y se ha trabajado a marchas forzadas y con un gran esfuerzo adaptativo para seguir dando servicio, especialmente a aquellos colectivos más necesitados. En definitiva, toda la estructura de nuestro sistema educativo y de nuestros servicios sociales, en los que los educadores sociales desarrollan su labor profesional, se ha visto comprometida y ha tenido que afrontar una tremenda crisis sin una hoja de ruta común previamente establecida; con recursos limitados; y con todo el esfuerzo humano e interés posible para abordar una realidad cruel y altamente peligrosa.
Durante este tiempo, los servicios sociales también han aportado todo lo que estaba en su mano por colaborar entre sí, en aras de ofrecer el mejor servicio a una ciudadanía, especialmente la más vulnerable, que ha dejado de lado lo deseable por lo esencial. Los datos actuales ya inciden en el inevitable impacto de la pandemia en la actividad laboral de las personas y cómo se ha producido un grave aumento del número de hogares en los que no hay ningún miembro de una familia ocupado (INE, 2020). También, se ha dado un incremento de nuevos trastornos psicosociales, el empeoramiento de la salud de los ciudadanos (OMS, 2020) y, a todo ello, se une el inevitable estado de duelo por el que atraviesan muchas familias como resultado de la pérdida de sus seres queridos. Por lo que los escenarios de intervención que se han dado como resultado de la pandemia han sido realmente complejos.
En otro orden, el coronavirus ha puesto de manifiesto que la tecnología tiene un papel mucho más influyente en la intervención socioeducativa de lo que la literatura científica preveía hasta hace poco tiempo (Cosner, Singer y Chan, 2015; García-Castilla, De-Juanas, Vírseda-Sanz, y Páez, 2019). Durante el periodo de confinamiento, la conexión a Internet, los equipos informáticos y los programas que han permitido conectar a las personas han sido el motor de las relaciones humanas en general y de las relaciones entre profesionales de la educación social y educandos en particular. Y, con ello, sin quererlo ni forzarlo, nos hemos visto envueltos dentro de un sistema digital maximizado y que, a su vez, ha cambiado tanto la educación que se da en las escuelas, institutos y universidades como aquella educación que se desarrolla en otros ámbitos de intervención. Así pues, en los últimos meses, los educadores sociales han realizado un gran esfuerzo por atender diferentes casos en los que la distancia era inevitable e imprevista.
En consecuencia, la situación sobrevenida por la COVID-19 ha derivado en lo que podríamos llamar una intervención socioeducativa a distancia de emergencia. Este modo de tener que hacer las cosas se ha precipitado y nos ha obligado a repensar los modelos de intervención a marchas forzadas para tratar de aprovechar las oportunidades que ofrece Internet, la ‘mega’ utilización de las aplicaciones de videoconferencia y las diferentes herramientas de educación en línea que han servido para tratar de adaptarnos a la nueva situación dando respuesta a viejas demandas y a las nuevas necesidades que han ido surgiendo entre los colectivos más vulnerables. De momento, la utilización de estos recursos tecnológicos ha aplacado el duro revés del confinamiento y ha evitado el colapso de muchos servicios sociales al reaccionar ante las distintas realidades de los ciudadanos y los diferentes escenarios en los que se desenvuelven. Así, los educadores sociales se han valido de la tecnología para continuar con su labor, ciertamente, por necesidad más que por propia iniciativa. Muchas entidades han tenido que cerrar y sus trabajadores han tenido que estar trabajando desde casa; en la mayoría de los casos con sus propios recursos. Otras entidades e instituciones han desarrollado nuevos modelos de intervención con un marcado carácter híbrido en el que se ha combinado la intervención en línea y la presencial. En esta nueva manera de intervenir, lo presencial ha cobrado un nuevo sentido y se ha reservado fundamentalmente para la realización de diferentes tareas esenciales dentro del cuidado y protección de los colectivos más vulnerables que han seguido manteniéndose a duras penas y en condiciones de confinamiento.
Este modo de intervenir se ha llevado a cabo gracias a la proliferación de herramientas tecnológicas que se han utilizado de manera masiva durante el confinamiento. Es importante tener en consideración que este modelo de intervención híbrida no se refiere tanto a una metodología pedagógica sino a los medios a través de los cuáles se ha podido realizar la intervención y que reúnen las siguientes características:
Flexibilidad. puesto que se trata de una manera de intervenir adaptada a un horario flexible que incluso puede llegar a ser bajo demanda por la persona que recibe la intervención de acuerdo con el educador social. Esta flexibilización de la intervención puede que, en el futuro, sea impulsada por los servicios sociales y las diferentes administraciones en aras de generar nuevas oportunidades de intervención, maximizar recursos dentro de un escenario de digitalización irreversible como resultado del mantenimiento del distanciamiento social y del cumplimiento de medidas sanitarias.
Ubicuidad. Dado que se encuentra muy relacionada con la utilización de diferentes dispositivos electrónicos como pueden ser tablets, smartphones, etc., que a su vez les ofrecen movilidad, pudiendo estar en diferentes espacios mientras se produce la intervención y se brindan múltiples oportunidades en un entorno multidimensional. Por tanto, se expande el lugar y acceso a la intervención a diferentes lugares que están más allá de un centro educativo y se minimiza el contacto directo (García-Aretio, 2019). A su vez, las tecnologías permiten que la información se mantenga y transfiera de un lugar a otro, concediendo una accesibilidad a la información de manera asíncrona y/o en tiempo real. Esto, unido a la inmediatez de la información y la adaptabilidad que permiten las tecnologías a las demandas sociales, constituye una gran ventaja para desarrollar una intervención individualizada en función de las situaciones personales y contextuales. Con todo, se pueden realizar acciones formativas ‘a la carta’ dirigidas a los ciudadanos que puedan converger en la promoción de valores cívicos, la inserción laboral, el desarrollo comunitario, el ocio y tiempo libre en el marco de una educación a lo largo de la vida (Caride, 2005).
Colaboración e interactividad. Algunas de las aplicaciones en línea que se han utilizado y se utilizan permiten y traen consigo nuevos recursos que permiten realizar acciones de intervención socioeducativa colaborativa como resultado de la interacción entre usuarios síncrona y asíncrona.
Seguridad. Ha sido y es una manera de intervenir segura por la garantía que ofrece al seguir realizándose en estas circunstancias de pandemia. A la par que también es sostenible dado que ha permitido maximizar unos recursos ya de por sí mermados dentro de un escenario de digitalización como resultado del distanciamiento social y del cumplimiento de las medidas sanitarias.
Aproximación a tecnologías interactivas de uso común entre jóvenes. Otra ventaja es que permite que se abran otros canales de comunicación durante la intervención como son las redes y medios sociales como WhatsApp, Facebook, Instagram, Twitter, etc., que con motivo del confinamiento han supuesto una herramienta de comunicación muy interesante dado que, especialmente, los jóvenes están muy habituados a utilizarlas durante su ocio y tiempo libre y les facilita mucho la comunicación entre ellos y con los educadores sociales.
Por último, se debe considerar que estos modelos híbridos de intervención han tomado en cuenta algunas ideas y procedimientos de instrucción que venían desarrollándose en experiencias de educativas basadas en el blended learning. Se entretejen aspectos presenciales y en línea con el fin de sacar todo el provecho posible de las posibilidades de Internet pero sin perder de vista la oportunidad de realizar una intervención personalizada acorde a las necesidades individuales (García-Aretio, 2018; Graham, Woodfield, & Harrison, 2013; Osorio, 2011; Rossett & Frasee, 2006).
La gran incógnita que se plantea es si este modelo intervención, que por momentos ha resultado ser totalmente a distancia pero que se ha constituido como híbrido según ha ido pasando el tiempo, ha llegado para quedarse definitivamente dentro del abanico de posibilidades de intervención educativa social o bien se trata de un modelo coyuntural que transitará y convivirá con otros modelos en el futuro. Al respecto, es posible que la utilización prolongada en el tiempo de este nuevo modo de intervenir se vaya asentando en el inventario de posibilidades de actuación de los educadores sociales para la realización de prácticas sociales, culturales, asistenciales, etc. No obstante, en mi opinión, la intervención híbrida, en caso de mantenerse, no puede limitarse a la utilización de diferentes herramientas tecnológicas que permiten hacer, entre otras muchas cosas, por ejemplo, vídeo-llamadas.
En conclusión, si este modelo de intervención no resulta pasajero, como así parece, se tendrán que realizar muchos esfuerzos, inversiones y políticas para dotar de recursos tecnológicos y favorecer la adquisición de competencias digitales a la ciudadanía. A su vez, urgirá centrar la mirada en la formación inicial y el desarrollo profesional de los educadores sociales para aprender a diseñar, implementar y evaluar programas y proyectos sociales que sigan una metodología de intervención híbrida y que permitan mejorar la calidad de vida de la ciudadanía en un nivel individual y comunitario.
Para citar este artículo: De-Juanas, A. (2020). Intervención socioeducativa híbrida en tiempos de la COVID-19. SIPS. Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social. URL: https://sips-es.blogspot.com/2020/07/intervencion-socioeducativa-hibrida-en.html
Referencias
Caride, J.A. (2005). Las fronteras de la Pedagogía Social. Perspectivas científica e histórica. Barcelona: Gedisa.
Cosner, S., Singer, J., & Chan, C. (2015). Practice Innovation through Tecnology in the Digital Age: A Grand Challenge for Social Work. Working paper, 12. Gran challenges for social work initiative. http://www.socialserviceworkforce.org/system/files/resource/files/Practice-Innovation-through-Technology-in-the-Digital-Age-A-Grand-Challenge-for-Social-Work-GC-Working-Paper-No-12.pdf
García-Aretio, L. (2019). Necesidad de una educación digital en un mundo digital. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 22(2), 9-22.
García-Aretio, L. (2018). Blended learning y la convergencia entre la educación presencial y a distancia. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 21(1), 9-22.
García-Castilla, F.J., De-Juanas, A., Vírseda-Sanz, & Paez, J. (2019). Educational potential of e-social work: social work training in Spain. European Journal of Social Work, 22(6), 897-907.
Graham, C. R., Woodfield, W., & Harrison, J. (2013). A framework for institutional adoption and implementation of blended learning in higher education. Internet and Higher Education. 18(3), 4-14.
Osorio, L. A. (2011). Interacción en ambientes híbridos de aprendizaje: La metáfora del continuum. Barcelona: UOC.
INE (2020). Información estadística para el análisis del impacto de la crisis COVID-19. Madrid: INE. Consultado el 13 de julio de 2020. https://www.ine.es/covid/covid_inicio.htm
OMS (2020). Consideraciones psicosociales y de salud mental durante el brote de COVID-19. Washington, DC: OPS. Consultado el 13 de julio de 2020. https://www.paho.org/sites/default/files/2020-03/smaps-coronavirus-es-final-17-mar-20.pdf
Rossett, A., & Frasee, R. V. (2006). Blended learning opportunities. Consultado el 22 de junio de 2020.
http://www.researchgate.net/publication/228669485_Blended_Learning_Opportunities
22 de julio de 2020
Objetivos de Desarrollo Sostenibles retos y oportunidades en la sociedad post pandemia
- Michel Bustillo Garat de la Asociación Voluntarios Por Otro Mundo
- Jose Carlos Cabrera de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado
- Victoria Pérez de Guzmán Puya Presidenta de la Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social (SIPS)
- José Antonio López Sánchez Director del Instituto Universitario de Investigación y Desarrollo Social Sostenible (INDESS)
- Manuel López Vargas. Graduado en Derecho y Master en Abogacía.
- Nicolás Vergara Ruiz. Estudiante de Biología Molecular. Universidad de Toronto
- Ani Turk Terapeuta y coach en Logoterapia. Brasil
- Soledad Furchi. Licenciada en Psicología. Suiza
- Montserrat Vargas Vergara. Coordinadora del proyecto de innovación docente sobre la inclusión de los ODS en el sistema educativo. Universidad de Cádiz
- Patricia Ruiz Peréa. Licenciada en Derecho y miembro de Pro-diálogo. Bruselas
8 de julio de 2020
OCIO Y JUVENTUD. SENTIDO, POTENCIAL Y PARTICIPACIÓN COMUNITARIA
7 de julio de 2020
Gender Issues in Latin America and Spain
Learning from theory and practice is fundamental for paving the way to greater equality all around the world, as it is not enough being aware of the importance of gender equality and our right to it; rather, it is our actions that make it possible to enact change in situations in which inequality continues to manifest itself.
5 de julio de 2020
Objetivos de Desarrollo Sostenibles: retos y oportunidades en la sociedad post-pandemia
El programa Proyecto Sociedad se emite desde los estudios de Radio Alma en Bruselas en colaboración con el INDESS (Instituto de Desarrollo Sostenible de la Universidad de Cádiz).
Celebra un Web seminar, a fin de tener un espacio para pensar, exponer y proponer lo que ha supuesto la pandemia del covid-19.
El título del Seminario es: Objetivos de Desarrollo Sostenibles: retos y oportunidades en la sociedad post-pandemia
La intervención será corta, pero he sido invitada a participar como Presidenta de la SIPS y será en directo, aunque se grabará también. Te indico el enlace para su difusión:
*
- Michel Bustillo Garat de la Asociación Voluntarios Por Otro Mundo
- Jose Carlos Cabrera de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado
- Victoria Pérez de Guzmán Puya Presidenta de la Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social (SIPS)
- José Antonio López Sánchez Director del Instituto Universitario de Investigación y Desarrollo Social Sostenible (INDESS)
- Manuel López Vargas. Graduado en Derecho y Master en Abogacía.
- Nicolás Vergara Ruiz. Estudiante de Biología Molecular. Universidad de Toronto
- Ani Turk Terapeuta y coach en Logoterapia. Brasil
- Soledad Furchi. Licenciada en Psicología. Suiza
- Montserrat Vargas Vergara. Coordinadora del proyecto de innovación docente sobre la inclusión de los ODS en el sistema educativo. Universidad de Cádiz
- Patricia Ruiz Peréa. Licenciada en Derecho y miembro de Pro-diálogo. Bruselas
18 de junio de 2020
BASES PREMIOS JIPS (Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social)
4 de junio de 2020
La SIPS firma la“Carta abierta a representantes políticos”
21 de mayo de 2020
Reflexiones sobre el COVID-19 desde la pedagogía social
Efectos del COVID-19 en
las residencias para personas mayores
José Luis Rodríguez-Díez
@jlroddie
Resumen
La pandemia del COVID-19 ha incidido, especialmente, en las personas mayores que viven en residencias en toda Europa. Varios factores explican esta elevada incidencia: el tamaño y arquitectura, los recursos, las medidas adoptadas en los primeros momentos y la elevada edad de las personas mayores institucionalizadas. Se plantea el debate sobre el carácter público o privado de estos centros. En esta tesitura la Pedagogía Social toma un papel esencial y fundamental ya que se nos presenta una oportunidad única e irrepetible de aprender de nuestros errores a todos los niveles, político, social y personal.
Descriptores:
COVID-19; Residencias para personas mayores; Pedagogía Social; Educación
Social.
Afirmar
que la pirámide de población de España continúa su proceso de envejecimiento no
es nada nuevo. Según los datos del Padrón Continuo del Instituto Nacional de
Estadística (INE) a 1 de enero de 2019 había 9.057.193 personas mayores de 65
años, un 19,3% sobre el total de la población (47.026.208) (Dato definitivos
publicados el 27-12-2019) y en las próximas décadas, 30 y 40 especialmente, la
cifra de mayores de 65 años se verá incrementada de forma notable con la
llegada a la vejez de las voluminosas cohortes nacidas durante el baby boom
del siglo XX (Pérez Díaz; Abellán; Aceituno y Ramiro, 2020).
Así
mismo, el volumen de negocio dirigido a las personas mayores crece de forma
exponencial, especialmente en el sector de las residencias para mayores donde en
2019 la facturación de las empresas gestoras de residencias alcanzó los 4.650
millones de euros, según se recoge en el estudio del Observatorio Sectorial DBK
de INFORMA y se preveía un aumento hasta situarse en unos 4.850 millones en
2020. En 2019 el número de centros residenciales para mayores en nuestro país era
de 5.417. De ellos 3.844 con titularidad privada y 1.573 eran de carácter
público como informa “Envejecimiento en red”. El número de plazas ofertadas se
distribuye en 271.696 plazas en las de titularidad privada y 101.289 en las públicas,
que hacían un total de 372.985 plazas.
Estos
datos nos llevan a reflexionar si cuando el sector público no cubre una
necesidad, surge la iniciativa privada entendida como negocio.
Sin
embargo, ni en nuestros sueños más extraños podíamos haber imaginado que un
virus paralizara el mundo y afectara especialmente a las personas mayores que
viven en residencias, causando verdaderas tragedias en algunas de ellas. A
fecha 8 de mayo de 2020 habían fallecido 17.608 personas en estos centros lo
que supone el 67% del total de fallecidos notificado oficialmente por el
Ministerio de Sanidad, aunque también hay muchos centros sin un solo caso “pero
una vez que entra el virus, es fácil que se expanda” como afirma Joseba
Zalakain director del Centro de Documentación y Estudios SiiS y experto en
servicios sociales que supervisa, junto a otros investigadores europeos, las
cifras sobre mortalidad en estos centros. (El País, 2020)
Esta
pandemia ha destapado el desconocimiento general sobre las residencias de
mayores y la dispersa y escasa información sobre ellas a todos los niveles:
social, político y sanitario, dañando la imagen y el buen hacer de la mayoría
de estas instituciones y del personal que en ellas trabaja.
Ante
estos datos, la Fiscalía General del Estado, a través del Fiscal Delegado para
la protección y defensa de los derechos de las personas mayores y de la red de
Fiscalías Provinciales, a fecha 8 de mayo de 2020, ha abierto 176 diligencias
civiles y 143 penales en relación con el amparo de los derechos individuales y
colectivos de estas personas "en situación de vulnerabilidad".
España
no ha sido una excepción en Europa ya que un informe publicado por el Centro
Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades afirma que un elevado
número de estos centros se ha visto afectado en Europa. Los fallecimientos en
países como Noruega o Bélgica suponen más de la mitad de todos los casos y en
Francia más de un tercio de la mortalidad por COVID-19 se concentra en residencias
de mayores.
Según
Zalakain (El País, 2020), tres factores determinan la incidencia del COVID-19
en las residencias de mayores: 1º. El tamaño y diseño arquitectónico de la
residencia, si tenía habitaciones individuales o compartidas y si se podía
sectorizar. 2º. Los recursos con los que cuenta, como ratio de profesionales,
formación o remuneración y 3º. Qué medidas se adoptaron una vez se inició la
epidemia. Con respecto a estos factores añadiríamos que la principal
característica demográfica de las residencias es que la población
institucionalizada está fuertemente envejecida ya que el 79% de toda la
población que vive en residencias tiene más de 80 años lo que supone,
generalmente, otras patologías previas y limitaciones para las actividades de
la vida diaria por lo que las interacciones del personal con ellos tienen que
ser más cercana y suelen pasar mucho tiempo en entornos cerrados y con
población igualmente vulnerable.
La
alta mortandad en las residencias para personas mayores ha reabierto el debate
sobre la titularidad de las residencias en España y desde algunos sectores se
reclama que las residencias sean públicas pues han relacionado titularidad
privada con mortandad, como afirmó Juan Carlos Monedero en el Canal 22 de la
televisión púbica mexicana “de los 22.500 fallecidos, prácticamente la mitad
son ancianos que han fallecido en residencias de ancianos privadas o de gestión
privada”. Sin embargo, la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), que
representa al 80% del sector, aseguraba que sus centros tenían 2.200 camas de Unidad
de Cuidados Intensivos (UCI) vacías en todo el país en los peores momentos de
la crisis a pesar de que el decreto de estado de alarma declarado por el
Gobierno en virtud del real decreto (463/2020, de 14 de marzo) aprobado por el
Consejo de Ministros pone "todos los medios sanitarios civiles y
militares, públicos y privados" a disposición del ministerio de Sanidad.
Más
allá de la actuación de la Fiscalía y de la utilización partidista de los datos
de fallecidos en residencias de personas mayores se hace necesaria por parte de
los Estamentos implicados una estricta inspección de todas ellas para
garantizar la calidad de vida de los y las usuarios y usuarias unificando
criterios para desarrollar la Ley de la Dependencia (Ley 39/2006, de 14 de
diciembre) de igual manera en todas las Comunidades Autónomas.
Y
a nivel personal y social una profunda reflexión sobre qué estamos haciendo con
nuestros mayores. La postura de países como Bélgica u Holanda que optan por no tratar
a los más mayores ni a los más débiles en los hospitales y el documento de la
Generalitat catalana que proponía no ingresar a los mayores de 80 años en la
UCI son, desde los aspectos éticos y morales, inaceptables además de
inconstitucionales en el caso de la Generalitat (artículo 14 de la Constitución
española).
En
la historia de la humanidad no se había producido una situación similar a la
que estamos viviendo en el mundo entero, por tanto, es una oportunidad única e
irrepetible de aprender de nuestros errores como sociedad y como individuos. En
esta tesitura la Pedagogía Social toma un papel esencial y fundamental para que
grupos de pedagogos y pedagogas se preparen y puedan poner sobre la mesa las herramientas
y las estrategias para comenzar la nueva época que se avecina. Hay que
desbancar, de una vez por todas, las connotaciones negativas del envejecimiento
biológico que identifican aumento de la edad con deterioro, decadencia e
improductividad y que están asentadas en esquemas del siglo pasado no superados
todavía ya que esto propicia la invisibilidad de lo que ocurre dentro de los
centros residenciales para personas mayores.
No
es el momento de debatir entre el carácter público, concertado o privado de las
residencias para personas mayores; ya habrá tiempo, ahora es el momento de
ponernos todos a trabajar para mejorar las residencias de mayores y la calidad
de vida de sus usuarios y usuarias, ahora es el momento de la Educación Social,
como afirma Sergio Fernández presidente del Colegio Oficial de Educadoras y
Educadores Sociales de la Comunidad de Madrid “es necesario tanto transmitir a
las administraciones públicas las situaciones de precariedad y limitación que
se han vivido y se siguen viviendo en los recursos, programas y servicios, y
que pueden ser mejoradas, como aprovechar las oportunidades que esta situación
de emergencia no sólo sanitaria y económica, sino social, ha visualizado en
torno a la garantía del derecho a la Educación Social como servicio esencial
para la ciudadanía”.
Referencias
·
Alianza
de la Sanidad Privada en España: https://aspesanidadprivada.es/
·
Constitución española: https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1978-31229
·
El País (28 de abril de 2020). La pandemia golpea a las
residencias de mayores de toda Europa. Recuperado de:
·
Entrevista
a Juan Carlos Monedero en Canal 22 de México:
https://www.youtube.com/watch?v=dqQsHrxLaIw
·
Envejecimiento en red: http://envejecimientoenred.es/
·
INE:
https://www.ine.es/
·
Ley
39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a
las personas en situación de dependencia:
https://www.boe.es/eli/es/l/2006/12/14/39/con
·
Observatorio
Sectorial DBK: https://www.dbk.es/
·
Pérez
Díaz, J., Abellán, A., Aceituno, P. y Ramiro, D. (2020). “Un perfil de las
personas mayores en España, 2020. Indicadores estadísticos básicos”. Madrid,
Informes Envejecimiento en red 25. [Fecha de publicación: 12/03/2020].http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/enred-indicadoresbasicos2020.pdf
·
Portal
de la Educación Social en España (EDUSO): http://www.eduso.net/
·
Real
decreto (463/2020, de 14 de marzo) Decreto de estado de alarma
https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2020-3692