Convocados y convocadas en la ciudad de Oviedo, Principado de Asturias, en el marco del
XXVI
Seminario Interuniversitario de Pedagogía Social,
por
iniciativa de la Universidad de Oviedo y la Sociedad Iberoamericana de
Pedagogía Social (SIPS)
la presente
Declaración toma como referencia el quehacer científico, académico y
profesional de la Pedagogía Social, de la que pretende ser un exponente de sus
señas de identidad, así como de los desafíos que asume en su lectura de la
Educación y la Pedagogía en los inicios del tercer milenio.
Su redacción
original, por encargo de la Presidencia y decisión de la Comisión Ejecutiva de
la SIPS, tiene como autor al profesor Dr. José Antonio Caride Gómez,
Catedrático de Pedagogía Social en la Universidad de Santiago de Compostela
SOMOS
la educación
que tuvimos, la que tenemos y deseamos: todas necesarias y estimables
cuando declaran su afán por mejorar el mundo, mejorándonos;
que nos damos y reivindicamos, entre sus realidades y utopías,
nuestras y de otros: todas sociales en su anhelo por construirnos como personas
y sociedad, cerca y lejos, local y globalmente;
con la que nos identificamos y aspiramos a practicar cotidianamente:
todas formales en sus fundamentos teóricos y conceptuales, en sus finalidades y
métodos, en los procesos y recursos que habilitan, en los aprendizajes y en las
evaluaciones que los explican… alentadas por el propósito inequívoco de dotar
al quehacer educativo de calidad, ahora y siempre;
con la que nos responsabilizamos, como un derecho fundamental de las
generaciones del presente y del futuro, que ha de proyectar sus logros en la
vida individual y colectiva de cada persona, desde su infancia hasta la vejez:
todas diversas en su igualdad, animados por la permanente y decidida actitud de
sentirnos partícipes de una ciudadanía inclusiva, crítica y transformadora;
a la que confiamos nuestro empeño por dotarnos de más y mejores
oportunidades para desarrollarnos intelectual y emocionalmente, en el saber y
en el hacer, en la reflexión y la acción compartida: todas valiosas para
garantizar una formación integral e integradora, exigente consigo misma y con
la defensa de los valores cívicos que invocan la libertad, la justicia, la paz,
la equidad, la democracia…, siempre comprometidos con la denuncia de sus incumplimientos.
SOMOS
la Pedagogía
que las nombra a todas, al tiempo que nos nombra en ellas, poniendo
énfasis en el papel educador de la sociedad y en las posibilidades
socializadoras de la educación, a la que prolonga en diferentes contextos,
ámbitos y realidades (familias, escuelas, comunidades, colectivos y entidades
sociales, etc.);
que nos imagina y expresa, en la que nos expresamos: educando y
educándonos socialmente siendo el referente científico y académico de la
Educación Social, con las múltiples opciones teóricas y prácticas que a ella se
asocian en la iniciativa social, cultural, profesional, etc.;
que abre sus fronteras a la acción-intervención en un amplio y
diversificado conjunto de circunstancias que inciden en el bienestar de las
personas y en su calidad de vida, especialmente las que se ven afectadas por
necesidades o problemas que determinen su vulnerabilidad social, la
dependencia, las desigualdades o las injusticias sociales;
que construye valores, sumando a los argumentos de la razón las
sensibilidades de la ética pública, en el sugerente y desafiante trayecto que
va del sujeto a la sociedad, de ésta a la vida en toda su diversidad, digna y
sostenible;
que forma y transforma, reconociéndonos protagonistas activos, como
educadores y educandos, de un proyecto civilizatorio alternativo. En él
suscribimos el eco cívico que evoca “otro
mundo posible”, de todos y para todos, ante las reiteradas crisis que
padecemos: con las que nos indignamos en sus agresiones a la cohesión social,
al bien común, a la Humanidad…, de cada persona y a la de los miles de millones
que poblamos el Planeta.
……………………………………………………………………………………………………………………………
En esta Educación y en esta Pedagogía inscribimos nuestra condición de
profesores y profesoras, estudiantes, profesionales, investigadores e investigadoras…, ampliando o
enfatizando sus quehaceres como Educación
Social y Pedagogía Social. Lo
hacemos en las Universidades y en las calles, en las Administraciones Públicas
y en las comunidades, en los servicios sociales y en los centros cívicos, en la
iniciativa ciudadana, las organizaciones del voluntariado, en las empresas y en
las asociaciones, dentro y fuera del sistema escolar, con las familias, en la
vida cotidiana, con y para niños y niñas, jóvenes, adultos y mayores.
Lo hacemos con los saberes, competencias, metodologías, recursos,
procesos, actitudes, valores, etc. que la Pedagogía
Social y la Educación Social
promueven colaborativamente en el encuentro con otras disciplinas y profesiones
educativas y sociales, allí donde el trabajo compartido y el servicio a la
sociedad constituyen nuestra verdadera razón de ser.
En esta Educación
Social y en esta Pedagogía Social
SOMOS
A ellas debemos nuestro pasado y con ellas nos comprometemos
con vocación de futuro.
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