21 de mayo de 2020

Reflexiones sobre el COVID-19 desde la pedagogía social

Efectos del COVID-19 en las residencias para personas mayores

José Luis Rodríguez-Díez

jlroddie@upo.es

@jlroddie

Resumen

La pandemia del COVID-19 ha incidido, especialmente, en las personas mayores que viven en residencias en toda Europa. Varios factores explican esta elevada incidencia: el tamaño y arquitectura, los recursos, las medidas adoptadas en los primeros momentos y la elevada edad de las personas mayores institucionalizadas. Se plantea el debate sobre el carácter público o privado de estos centros. En esta tesitura la Pedagogía Social toma un papel esencial y fundamental ya que se nos presenta una oportunidad única e irrepetible de aprender de nuestros errores a todos los niveles, político, social y personal.

 

Descriptores: COVID-19; Residencias para personas mayores; Pedagogía Social; Educación Social.

 

 

Afirmar que la pirámide de población de España continúa su proceso de envejecimiento no es nada nuevo. Según los datos del Padrón Continuo del Instituto Nacional de Estadística (INE) a 1 de enero de 2019 había 9.057.193 personas mayores de 65 años, un 19,3% sobre el total de la población (47.026.208) (Dato definitivos publicados el 27-12-2019) y en las próximas décadas, 30 y 40 especialmente, la cifra de mayores de 65 años se verá incrementada de forma notable con la llegada a la vejez de las voluminosas cohortes nacidas durante el baby boom del siglo XX (Pérez Díaz; Abellán; Aceituno y Ramiro, 2020).

Así mismo, el volumen de negocio dirigido a las personas mayores crece de forma exponencial, especialmente en el sector de las residencias para mayores donde en 2019 la facturación de las empresas gestoras de residencias alcanzó los 4.650 millones de euros, según se recoge en el estudio del Observatorio Sectorial DBK de INFORMA y se preveía un aumento hasta situarse en unos 4.850 millones en 2020. En 2019 el número de centros residenciales para mayores en nuestro país era de 5.417. De ellos 3.844 con titularidad privada y 1.573 eran de carácter público como informa “Envejecimiento en red”. El número de plazas ofertadas se distribuye en 271.696 plazas en las de titularidad privada y 101.289 en las públicas, que hacían un total de 372.985 plazas.

Estos datos nos llevan a reflexionar si cuando el sector público no cubre una necesidad, surge la iniciativa privada entendida como negocio.

Sin embargo, ni en nuestros sueños más extraños podíamos haber imaginado que un virus paralizara el mundo y afectara especialmente a las personas mayores que viven en residencias, causando verdaderas tragedias en algunas de ellas. A fecha 8 de mayo de 2020 habían fallecido 17.608 personas en estos centros lo que supone el 67% del total de fallecidos notificado oficialmente por el Ministerio de Sanidad, aunque también hay muchos centros sin un solo caso “pero una vez que entra el virus, es fácil que se expanda” como afirma Joseba Zalakain director del Centro de Documentación y Estudios SiiS y experto en servicios sociales que supervisa, junto a otros investigadores europeos, las cifras sobre mortalidad en estos centros. (El País, 2020)  

Esta pandemia ha destapado el desconocimiento general sobre las residencias de mayores y la dispersa y escasa información sobre ellas a todos los niveles: social, político y sanitario, dañando la imagen y el buen hacer de la mayoría de estas instituciones y del personal que en ellas trabaja.

Ante estos datos, la Fiscalía General del Estado, a través del Fiscal Delegado para la protección y defensa de los derechos de las personas mayores y de la red de Fiscalías Provinciales, a fecha 8 de mayo de 2020, ha abierto 176 diligencias civiles y 143 penales en relación con el amparo de los derechos individuales y colectivos de estas personas "en situación de vulnerabilidad".

España no ha sido una excepción en Europa ya que un informe publicado por el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades afirma que un elevado número de estos centros se ha visto afectado en Europa. Los fallecimientos en países como Noruega o Bélgica suponen más de la mitad de todos los casos y en Francia más de un tercio de la mortalidad por COVID-19 se concentra en residencias de mayores.

Según Zalakain (El País, 2020), tres factores determinan la incidencia del COVID-19 en las residencias de mayores: 1º. El tamaño y diseño arquitectónico de la residencia, si tenía habitaciones individuales o compartidas y si se podía sectorizar. 2º. Los recursos con los que cuenta, como ratio de profesionales, formación o remuneración y 3º. Qué medidas se adoptaron una vez se inició la epidemia. Con respecto a estos factores añadiríamos que la principal característica demográfica de las residencias es que la población institucionalizada está fuertemente envejecida ya que el 79% de toda la población que vive en residencias tiene más de 80 años lo que supone, generalmente, otras patologías previas y limitaciones para las actividades de la vida diaria por lo que las interacciones del personal con ellos tienen que ser más cercana y suelen pasar mucho tiempo en entornos cerrados y con población igualmente vulnerable.

La alta mortandad en las residencias para personas mayores ha reabierto el debate sobre la titularidad de las residencias en España y desde algunos sectores se reclama que las residencias sean públicas pues han relacionado titularidad privada con mortandad, como afirmó Juan Carlos Monedero en el Canal 22 de la televisión púbica mexicana “de los 22.500 fallecidos, prácticamente la mitad son ancianos que han fallecido en residencias de ancianos privadas o de gestión privada”. Sin embargo, la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), que representa al 80% del sector, aseguraba que sus centros tenían 2.200 camas de Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) vacías en todo el país en los peores momentos de la crisis a pesar de que el decreto de estado de alarma declarado por el Gobierno en virtud del real decreto (463/2020, de 14 de marzo) aprobado por el Consejo de Ministros pone "todos los medios sanitarios civiles y militares, públicos y privados" a disposición del ministerio de Sanidad.  

Más allá de la actuación de la Fiscalía y de la utilización partidista de los datos de fallecidos en residencias de personas mayores se hace necesaria por parte de los Estamentos implicados una estricta inspección de todas ellas para garantizar la calidad de vida de los y las usuarios y usuarias unificando criterios para desarrollar la Ley de la Dependencia (Ley 39/2006, de 14 de diciembre) de igual manera en todas las Comunidades Autónomas. 

Y a nivel personal y social una profunda reflexión sobre qué estamos haciendo con nuestros mayores. La postura de países como Bélgica u Holanda que optan por no tratar a los más mayores ni a los más débiles en los hospitales y el documento de la Generalitat catalana que proponía no ingresar a los mayores de 80 años en la UCI son, desde los aspectos éticos y morales, inaceptables además de inconstitucionales en el caso de la Generalitat (artículo 14 de la Constitución española).

En la historia de la humanidad no se había producido una situación similar a la que estamos viviendo en el mundo entero, por tanto, es una oportunidad única e irrepetible de aprender de nuestros errores como sociedad y como individuos. En esta tesitura la Pedagogía Social toma un papel esencial y fundamental para que grupos de pedagogos y pedagogas se preparen y puedan poner sobre la mesa las herramientas y las estrategias para comenzar la nueva época que se avecina. Hay que desbancar, de una vez por todas, las connotaciones negativas del envejecimiento biológico que identifican aumento de la edad con deterioro, decadencia e improductividad y que están asentadas en esquemas del siglo pasado no superados todavía ya que esto propicia la invisibilidad de lo que ocurre dentro de los centros residenciales para personas mayores.

No es el momento de debatir entre el carácter público, concertado o privado de las residencias para personas mayores; ya habrá tiempo, ahora es el momento de ponernos todos a trabajar para mejorar las residencias de mayores y la calidad de vida de sus usuarios y usuarias, ahora es el momento de la Educación Social, como afirma Sergio Fernández presidente del Colegio Oficial de Educadoras y Educadores Sociales de la Comunidad de Madrid “es necesario tanto transmitir a las administraciones públicas las situaciones de precariedad y limitación que se han vivido y se siguen viviendo en los recursos, programas y servicios, y que pueden ser mejoradas, como aprovechar las oportunidades que esta situación de emergencia no sólo sanitaria y económica, sino social, ha visualizado en torno a la garantía del derecho a la Educación Social como servicio esencial para la ciudadanía”.

 

Referencias

·         Alianza de la Sanidad Privada en España: https://aspesanidadprivada.es/

·         Constitución española: https://www.boe.es/buscar/doc.php?id=BOE-A-1978-31229

·         El País (28 de abril de 2020). La pandemia golpea a las residencias de mayores de toda Europa. Recuperado de:

https://elpais.com/sociedad/2020-04-27/la-pandemia-golpea-a-las-residencias-de-mayores-de-toda-europa.html

·         Entrevista a Juan Carlos Monedero en Canal 22 de México:

https://www.youtube.com/watch?v=dqQsHrxLaIw

·         Envejecimiento en red: http://envejecimientoenred.es/

·         INE: https://www.ine.es/

·         Ley 39/2006, de 14 de diciembre, de Promoción de la Autonomía Personal y Atención a las personas en situación de dependencia:

https://www.boe.es/eli/es/l/2006/12/14/39/con

·         Observatorio Sectorial DBK: https://www.dbk.es/

·         Pérez Díaz, J., Abellán, A., Aceituno, P. y Ramiro, D. (2020). “Un perfil de las personas mayores en España, 2020. Indicadores estadísticos básicos”. Madrid, Informes Envejecimiento en red 25. [Fecha de publicación: 12/03/2020].http://envejecimiento.csic.es/documentos/documentos/enred-indicadoresbasicos2020.pdf

·         Portal de la Educación Social en España (EDUSO): http://www.eduso.net/

·         Real decreto (463/2020, de 14 de marzo) Decreto de estado de alarma

 https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2020-3692

 


Reflexiones sobre el COVID-19 desde la pedagogía social

EL COVID-19 INTERPELA A LA PEDAGOGÍA SOCIAL: CUANDO LO INESPERADO ACTIVA EL CAMBIO

Reflexiones estudiantiles en tiempos de pandemia

Isabel Elena Peleteiro Vázquez
(USC – UPEL Caracas)
06 de Mayo, 2020
Imagen de un pueblo de Galicia
Resumen
El presente trabajo refleja un conjunto de reflexiones personales producto de la experiencia propia
de la praxis investigativa de la Pedagogía Social en las aulas de formación docente universitaria en
Iberoamérica. El mismo intenta sugerir algunas ideas para promover un debate sólido desde este
valioso constructo teórico que contribuya a repensar que los tiempos de pandemia representan una
oportunidad para iluminar el planeta con soluciones sociales y educativas que valoren lo
verdaderamente valioso de la educación: el ser humano.

Los tiempos de crisis son especialmente útiles para detenerse hacer una pausa y
reflexionar sobre la educación en tiempos de pandemia. Como lo afirma Edgar Morin
(2020) “parte de mi filosofía es esperar lo inesperado”. Esto es indicador de sorpresa,
asombro y aturdimiento frente a lo nuevo. Esto da idea de falta de previsión frente a la
incerteza. Presenta la necesidad urgente de salir de lo conocido, lo establecido y lo
normativo para comenzar a actuar con apertura, espíritu de innovación, pensamiento
inductivo desde y con sensibilidad hacia el otro.
Uno de los objetivos de este escrito es poner en blanco y negro las diferentes
situaciones detectadas por los estudiantes ante el riguroso cumplimiento de sus
deberes escolares por vía telemática. La metodología está conformada por una
muestra intencionada dirigida a estudiantes universitarios y representantes de niños y
niñas en diferentes edades escolares. Para ello se parte de la premisa que el hecho
dramático y coyuntural conocido como “pandemia” no puede validar un hecho
estructural como lo es la relación docente-alumno en el espacio escolar.
Por ello es conveniente aproximar algunas ideas en las que se asuman como principios
fundamentales los sentimientos de justicia, de verdad y de reparación frente al
enorme desafío de educar a niños, jóvenes y adultos dentro del contexto de una
catástrofe humanitaria como la actual. Este trabajo intenta generar algunos aportes
dentro de esta línea de investigación tan oportuna, la cual ha sido sugerida por la
Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social (SIPS).

En este sentido, es necesario tener presente que vivimos tiempos complejos que
sugieren cambios en el ¿qué?, el ¿cómo? , el ¿porqué? Y el ¿para qué? de nuestro
accionar como educadores sociales. Es justamente la mirada desde la Pedagogía
Social la que no debe escatimar esfuerzos en buscar caminos y soluciones reales y
ciertas ante la severa problemática actual. Se debe considerar este momento como un
espacio que exprese las oportunidades y las enormes dificultades generadas por el
fenómeno COVID-19, o mejor conocido como pandemia.
Las múltiples reflexiones deben partir del terreno de los educadores e interpelar a la
Pedagogía Social como ciencia cuya praxis se centra en conceptos clave que reflejan
la vulnerabilidad de la especie humana. Conceptos clave como: confinamiento,
aislamiento, distanciamiento social, desigualdad, incerteza, muerte masiva, altos
índices de letalidad en la población de adultos mayores, brecha digital, enfermedad,
contagio, desempleo, improductividad, escasez, quiebra económica, racionamiento,
inmovilidad, soledad, abandono y fracaso escolar son sólo algunos aspectos inherentes
al hecho educativo frente y dentro de esta inexorable situación.
Todos estos elementos generan graves daños, pérdidas, deterioros y representan un
atentado contra la humanidad. Desde esta perspectiva se intenta comprender desde
la visión antropológica cómo y porqué surge este fenómeno. Cuáles son sus
caracteristicas y cuáles son sus formas de manifestación. Igualmente interesa conocer
cómo deben ser las gestiones a corto y mediano plazo para resolverlo y evitarlo en el
futuro. Todos estos conocimientos reflejan la necesidad de respuestas inmediatas por
parte de los científicos y de los educadores. Al mismo tiempo se cuenta con
evidencias concretas de actuaciones de carácter gubernamental protagonistas de un
severo debilitamiento de las estructuras formales que son garantes de la paz social.
Ante esta situación se vislumbra el inicio de un nuevo contrato social centrado en la
tecnología ante el cual es indispensable fijar posición y acción desde la educación
social. Sin negar la utilidad de los recursos tecnológicos, estos no representan a la
esencia humana en la que el docente es el impulsor de sueños e ilusiones en sus
alumnos. Esta se caracteriza por la empatía, la espontaneidad y las inmensas
posibilidades que la interacción presencial generan para el aprendizaje. Ante lo cual
subrrayamos que por muy convenientes que parezcan los deberes escolares por
medios telemáticos, estos tienen su razón de ser como muestra de consolidación de
aprendizajes que se logran a partir de interacciones significativas en el contexto
educativo. Estas tareas por sí solas y a lo largo del tiempo, sin el debido
acompañamiento no llenan del todo la amplia gama de posibilidades comunicativas y
de logros que se desenvuelven en la acción presencial con el docente.

A la vez de lo anterior, conviene describir las inmensas dificultades evidenciadas por
los estudiantes ante este dramático panorama tecnológizante en el que se vieron
inmersos nuestros niños y jovenes sin la preparación previa adecuada. Situación que
tiende a abrir un espacio que marca una inmensa brecha, lacual abre y amplía las
desigualdades sociales presentes en España.
Las causas son variadas y de diversa índole. Se citan solo algunas como: el acceso a
las herramientas informáticas, a la conectividad y a la formación previa requerida para
poder utilizarlas, así como la presencia de un grupo familiar con una sólida dotación
cultural en tecnología. Estos factores no siempre confluyen. Requieren inversión
económica, intencionalidad, tiempo y esfuerzo educativo institucional y personal.
Condiciones no siempre dadas a nivel del hogar en tiempos de pandemia. Con lo cual
las tareas escolares asignadas muchas veces no son superadas por el aprendiz. Lo
cual evidencia que no todas son ventajas ante el aparentemente extraordinario
camino tecnológico.
La situación descrita implica el consenso de un conjunto de acciones desde las
autoridades educativas a fin de enfocarse en esta amplia problemática. La idea central
es formar una matriz de opinión en la sociedad formada por padres y educadores ante
la cual esta se muestre sensible, flexible, comprensiva y amplia para afrontar la
diversidad de comportamientos que se suscitaron frente al episodio biológico del virus
y sus graves consecuencias de aletargamiento socioeconómico y educativo. Todas
ellas generadas por la longitud de al menos dos meses de confinamiento en los
hogares y el alejamiento de los espacios socializadores por excelencia: escuelas,
bibliotecas, universidades, establecimientos, calles, avenidas y demás espacios
públicos.
De lo anterior se desprenden diversas implicaciones de orden filosófico y político que
conllevan enormes retos y desafíos para la formación del docente: la necesidad de
generar políticas públicas sociales y educativas identificadas con soluciones concretas
con y desde la Pedagogía-Educación Social.
En este orden los tiempos de pandemia se convierten en faros que iluminan el sendero
de los numerosos cambios e implicaciones socioeducativas a poner en marcha en el
plazo mas inmediato. Una de las claves está en interpelar de modo directo a la
Pedagogía Social: a que esta salga del claustro universitario, a abrirse al otro, a ir a la
calle y sobretodo a conocer los espacios de adultos mayores tan precisados de
acompañamiento y solidaridad.
En resumen, se precisa el ejercicio de buenas prácticas centradas en otras fórmulas
pedagógicas con la genuina intención de pensar en el bienestar colectivo como razón
de orden primordial. Pensar en renunciar a la visión individualista por la sinérgica. La

necesidad de investigar para transformar escuchando a los padres y al resto de actores
sociales. Sustituir el concepto de competencia por la colaboración y el trabajo en
equipo. Asumir estrategias de educación compensatoria asi como actividades
extraescolares en ambientes abiertos al aire libre, fuera del aula escolar formal
(Peleteiro, 2000). Identificar los valores de una educación centrada en la visión
humanista del conocimiento y el aprendizaje. Asumir modelos educativos orientados a
la creación de una educación “extramuros” en la que se promuevan procesos de
pensamiento divergente, creativo, crítico y horizontal, sin olvidar que uno de los ejes
críticos de esta crisis que es la mejora estructural de los servicios sociosanitarios.
Ello requiere asumir una postura epistemológica centrada en el pensamiento científico
y humanístico, complejo, hermeneútico, holístico, transdisciplinar, transcomplejo e
interdisciplinario que permita entender nuevas formas de concebir al hombre en su
relación con la naturaleza. La finalidad es aún mas desafiante. Pues se trata de la
sostenibilidad del ecosistema planetario (Gadotti 2003). Repensar estos aspectos
constituye una obligación para toda la sociedad en general porque de ella deben partir
acciones y soluciones concretas que encierran la salvación de la humanidad. En la
gráfica un mundo en solitario recorre una de las pintorescas aldeas del rural gallego.
Evidencia de la tan ansiada y esperada mejora en los modelos de atención para
adultos mayores en Galicia y el resto de España.

Estos espacios revelan la soledad existente en el rural gallego.

Pues se trata de la sostenibilidad del ecosistema planetario (Gadotti 2003). Repensar
estos aspectos constituye una obligación para toda la sociedad en general porque de
ella deben partir acciones y soluciones concretas que encierran la salvación de la
humanidad.
Palabras clave: Pedagogía Social, Reflexiones, tiempos de pandemia.

Referencias
Gadotti, M. (2003). Pedagogía de la Tierra y cultura de la sustentabilidad. (2),
6175.https://www.researchgate.net/publication/318842580_Pedagogia_de_la_tierra_y_cultur
a_de_la_sustentabilidad. p.61-76.
Morín,E(2011).Enraizandofilosofías..https://enraizandofilosofias.blogspot.com/2011/02/lo-
inesperadoedgar-morin.html.
Morín, E. (2020). Parte de mi filosofía...esperar lo inesperado.
https://www.facebook.com/EdgarMorinMultiversidad/photos/a.520217694672826/338513934
1513966/?type=1&theater. .
Peleteiro, I. (2000). Cómo investigar y educar fuera del aula escolar. Ediciones UPEL. Caracas.

Imagen libre tomada de pixabay.com

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